Esto es continuación de mi nota del jueves
03 de Enero titulada “Un mucho de mucho…”. Allí prometí que en otro momento os
contaría lo del Grupo de Villancicos, Sitges 2012, y aquí estoy con
ello.
Fue realmente mágico. No suelo usar este
tipo de concepto, sin embargo, la experiencia merece el calificativo.
Mágica fue la supersónica creación del
grupo. Mágicos fueron los ensayos a partir de los primeros 10 minutos de
reunirnos como grupo. Mágica fue nuestra primera actuación en el Casablanca de
Sitges. Mágica fue cada vez que cantamos en residencias geriátricas de Sitges,
o en el Casal Municipal de la Gent Gran de Sitges.
Mágica fue la ocasión en que –previo permiso
del Ayuntamiento- cantamos en la emblemática Plaza del Cap de la Vila en Sitges.
Mágicos fueron los nocturnos momentos en que nosotr@s sol@s, cantamos para
nosotr@s mism@s delante de la Iglesia parroquial de Sitges, con su inefable
perspectiva de noche desde el mirador, y solamente ante unos especiales seres:
la luna y las estrellas.
Igualmente mágico el momento en que minutos
después
y unos pasos más allá, cantamos en los escalones del Palau Maricel de
El Racó de la Calma en compañía de otros seres peculiares: el firmamento y los
andamios de las obras de restauranción del Museo Maricel del Mar, Can Rocamora
y el Museo Cau Ferrat.
Mágia, ternura, humor, alegría,
complicidad, diversión, agradecimiento, espiritualidad… entre nosotr@s el Grupo
de Villancicos Sitges 2012, y en relación con los seres que nos acompañaron
en cada distinto momento.
Y… todo ello, en los 12 días que van
desde el 12 de diciembre en que mandé una convocatoria por e-mail, y el 24 en que hicimos nuestra última
actuación.
Lo dicho: una experiencia supersónica y
mágica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario