Durante
años, de vez en cuando, he tenido que ir destruyendo documentos confidenciales,
como p.e. documentos bancarios, y además unas cuantas docenas de libretas que
provenían de mis notas de psicoterapia. He trabajado como psicoterapeuta durante más de 30 años. Ahora
estoy jubilada. Naturalmente son notas totalmente confidenciales y tenía que
asegurarme de que quedaban totalmente destruidas. No eran notas en folios, sinó
en libretas tamaño cuartilla con lomo espiral.
De
vez en cuando, solía destruir las libretas de los últimos 5 años aprox. Durante
años, las destruía cortando con tijeras o rasgando a mano las páginas completamente
una y otra vez y en distintos sentidos, y con unas tres bolsas de basura
delante de mí, iba repartiendo los fragmentos cuidadosamente en distintas
bolsas. Sin embargo, a través del tiempo no pude usar dicha técnica porque,
además de fibromialgia y fatiga crónica (entre otras maravillas de la
naturaleza), tengo aquello del “túnel capiano”.
Durante un tiempo tuve una máquina destructora sencilla
que se estropeó
pronto, aunque evidentemente primero les quitaba a las libretas el alambre y
las tapas de cartón.
Hace
ya unos años, probé con una técnica que me inventé y que no se por que en aquel
momento no me funcionó bien. Y hace 1 año aproximadamente, al no disponer de
ninguna máquina adecuada, ni de ningún servicio fiable en Sitges donde resido
hace unos años, volví a probar con la técnica inventada por mi, que seguramente
ya está inventada, porque cuando creemos inventar algo, seguro que ya está
inventado.
La
técnica se basa en remojar los documentos a destruir,
y cuando el papel está blando, es muy fácil de rasgar a mano en varias
direcciones y fragmentos, apretar un poco para escurrir un poco el papel, y tirar cada fragmento en una bolsa de basura
distinta.
Material necesario para la destrucción de
documentos con esta técnica: un recipiente grande con agua caliente y jabón.
Tres o cuatro bolsas de basura donde ir depositando los fragmentos de los
documentos destruidos.
Fácil
y económico ¿no?
Fotos de internet
No hi ha com tenir llar de foc a casa. O esperar a Sant Joan! :-)
ResponderEliminarTens raó Víctor. El meu invent serveix només quan no tenim llar de foc, i no volem seguir ocupant espai a casa mentre arriba Sant Joan. Jaa jaa
ResponderEliminarPetons.
Maria Antònia
Lo mejor para destruir papel es encargarselo a una empresa que sea especialista en ello. Hay datos que deberían ser destruidos y no tirados a la papelera sin más. Un ejemplo de empresa que destruye documentos de forma confidencial es http://www.safetydoc.es/. Yo he tenido que recurrir a sus servicios alguna vez y al final ahorras tiempo y es mucho más cómodo. Espero que le sirva a tu compañera del foro y al resto. Un saludo.
ResponderEliminarAntonia, muy buen blog jaja tienes grandes ideas como este invento pero, ¿no tardas mucho? quiero decir que lo veo sencillo si son papeles propios y no en mucha cantidad...pero si por ejemplo tienes una empresa ya se nos iría de las manos hacerlo nosotros, entonces en ese caso opino como nuestro amigo de safety doc, mejor una empresa profesional que hará el trabajo perfecto.
ResponderEliminarMe parece genial la idea que tienes, pero al igual que algunas personas que han comentado, cuando son papeles personales o papeles que no sean demasiados puede funcionar si tienes tiempo. Tengo una empresa que maneja mucha información confidencial y yo contrate hace no mucho a Safety Doc. Son unos profesionales y estoy contento con el trabajo.
ResponderEliminarSaludos
No es la primera vez que oigo hablar de la destrucción de documentos, y aquí en Madrid muchos son los que hablais de Safety Doc. ¿Alguien podría decirme las ventajas de realizar una destrucción de documentos? es obligatorio para las empresas ? o para todo el mundo...?
ResponderEliminarOs dejo el enlace a la web de SafetyDoc, una empresa que se encarga de la destrucción de documentos http://www.safetydoc.es/
ResponderEliminarPués justamente he empezado en mi trabajo esta semana y ayer llegó el camión de SafetyDoc, lo que no sabía es que a parte de la destrucción de documentos se encargan del reciclaje del material sobrante. http://www.safetydoc.es/
ResponderEliminarjajaja vaya manera mas chapuzera de autopublicitarse en estos comentarios, por lo menos podríais elaborar un poco mas la historieta, sólo por esa falta de imaginación ya la imagen de la empresa... vaya genios.
ResponderEliminarTotal! Me estaba dando la risa leyendo los comentarios
EliminarLa vedad que si... mi nombre es Elisabeth y soy autónoma, mi primera inversión para poner a punto mi oficina como Freelance fue una Destructoras Fellowes de uso moderado y todavía me funciona perfectamente después de años. Ya que las empresas de destrucción me salian mas caras.
ResponderEliminaragua, legia y harina, un par de dias y haber quien es el guapo que recupera un documento
ResponderEliminarAsí de fácil? Y nada más?
EliminarYo lo que hago es mucho más sencillo. He fabricado un reactor nuclear que funciona con uranio, con muy poca cantidad. El reactor alimenta a dos motores que empujan un pequeño cohete que apunta al Sol. Cada vez que quiero eliminar un documento lanzó el cohete en esa dirección y con un telescopio con filtro de luz Alpha compruebo que el cohete ha sido destruido junto a los documentos. Sencillo, rápido y eficaz
ResponderEliminarJajajajajajajaja
Eliminar!Qué genialidad¡
Yo probé metiendo los documentos en la lavadora....no lo recomiendo a nadie. Ja ja ja
ResponderEliminarLo mejor es comprarnos una máquina de destrucción de documentos, hay muchas a un precio muy barata y duran mucho tiempo, la amortizamos seguro
ResponderEliminarMuy bueno el post!! Como remedio casero está genial si no te puedes permitir una máquina de destrucción de papeles. Me lo apunto!!
ResponderEliminarOs agradezco este post ya que ofrece información útil. Por otro lado es muy interesante que dediquéis este tiempo a compartir contenido como este. Un saludo y buen trabajo!!
ResponderEliminarSuena bastante eficaz. Mi pregunta es: ¿sirve desde el punto de vista del cumplimiento del RGPD y la LOPD? Eso es lo que más me preocupa a mí.
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