Un espacio personal en el que comparto reflexiones, vivencias, ideas, fotos, música, etc. que considero interesantes, útiles o divertidas.
Mi deseo es disponer de un espacio gratuito en internet, donde publicar lo que me parezca oportuno, siempre desde mi punto de vista personal. Material que sea propio y de otros autores.

Incluyo también un blog sobre mi ya finalizada etapa profesional, con contenidos que durante años han estado en una web informando sobre nuestro gabinete, el Gaps. La web y el gabinete no están ya disponibles.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Ponga una monja como esta en su vida...


Sor Lucía Caram-  Foto de internet

Hay tres monjas especiales en mi corazón. Una clarisa del Monasterio de Pedralbes de Barcelona, Sor Clara de Jesús Plaxats prima de mi padre ya fallecida no hace mucho. Teresa Forcades monja benedictina activista. Aún conociéndola sólo por los medios de comunicación, la siento en mi vida. A la tercera, la estoy adoptando aunque ella no lo sabe ni lo sabrá.  
Siendo agnóstica como soy, 
¡yo quiero una monja como Sor Lucía Caram en mi vida!
Sor Lucía Caram-                         Foto de internet
De orígen latinoamericano afincada en Cataluña, esta monja contemplativa hace tiempo que está en el candelero. Por ejemplo en Diciembre del 2010 fue entrevistada en El Matins de TV3. Jordi Ébole 
Foto de internet
y muchos otros la han entrevistado en más de una ocasión. Y ahora está de máxima actualidad a partir de la publicación de su libro autobiográfico
Mi claustro es el mundo (Ed Plataforma-Octubre 2012).
La Contra de La Vanguardia entrevistó a Sor Lucía Caram el pasado 04 de diciembre, y al igual que en todas sus intervenciones mediáticas, me mueve su actitud de apartarse de formulismos religiosos para servir a personas necesitadas, que es la esencia.   Evidentemente ni Sor Lucía Caram, ni la benedictina Teresa Forcades, ni la clarisa prima de mi padre Sor Clara de Jesús Plaxats, no son las únicas que han hecho mucho bien primero a las personas, y después a la Iglesia Católica, aunque yo no sigo la cuestión. A estas tres monjas, sin pretenderlo, me las he ido encontrando en el camino.

Tomás de la Torre Lendínez
 -Sacerdote-  Foto de internet

Como explica en su libro, Sor Lucía Caram pasó de ser una monja de clausura propiamente contemplativa a tener el mundo por claustro. Sor Lucía está de moda. Está en boca tanto de sus defensores como de quienes la cuestionan. Por ejemplo, paseando por internet he encontrado a Tomás de la Torre Lendínez 
sacerdote de la diócesis de Jaén que en su blog, entre muchas otras cosas, afirma sobre Sor Lucía Caram:
El libro tiene un denominador común valiente: 

Es la explosión de los sentimientos de una religiosa dominica contemplativa, de origen argentino, afincada en tierras catalanas.

Sin embargo, el texto tiene un déficit inmenso: No posee ningún compromiso con la Iglesia Católica, con su instituto religioso y con los votos de pobreza, castidad y obediencia.

Este libro lo podía escribir cualquier cooperante de una organización no gubernamental sin lazo alguno con el sentido cristiano de la vida.” Para añadir:   “ (…)  La vida contemplativa religiosa no está en la calle, en el mundo, sino en el recogimiento, el silencio, la pobreza, la humildad y la sencillez. Cuando he terminado de leer esta obra firmada por sor Lucia descubro que está a años luz de la verdadera vida religiosa contemplativa reconocida por la Iglesia Católica.”

Pues, yo …   me quedo con Sor Lucía, que en su blog dice:
“Es un libro para ser leído con la libertad con la que ha sido escrito y para contemplar, más allá de lo anecdótico, cómo la pasión por la humanidad se impone y la causa de la justicia y la paz se hacen carne de mi carne y vida de mi vida. Pido a los martillos de hereje, abstenerse de leerlo, y a los que buscan encontrar la vida ejemplar de una “monjita de clausura”, que se olviden de mí, de mi claustro y de mi mundo, y que sigan su camino. No quiero confrontaciones, me resbalan y son una pérdida de tiempo.”
¡Sigo quedándome con ella!  Sigo quedándome con las personas como Sor Lucía, que están ahí porque así lo han decidido, aunque harían el bien en cualquier otro lugar…  Las personas que hacen tanto bien como pueden, estén donde estén… Y de esas, afortunadamente hay muchas en nuestro mundo.
 Y  finalizo con un poema “ñoño”, de estilo antiguo y, sin ninguna técnica específica, que me acaba de salir del corazón en un minuto:
Si Dios existiera
Y a Sor Lucía permitiera
que en el mundo como claustro,
su particular clausura siguiera,
yo, …  ¡quizás me convirtiera!


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